Tres noches y dos días han pasado desde nuestra llegada a la India, y hoy ya dejamos Delhi para iniciar un tour por Rajastan. Delhi es una ciudad caótica, llena de gente por todas partes y con un tráfico que va minando los nervios de uno.
La llegada fue de película de miedo, después de salir del aeropuerto sobre las 3 de la noche, llegamos en bus a la estación central. A pesar de ser la 3 de la madrugada te deja impresionado ver gente por todas partes yendo y viniendo, gente reunida alrededor de una hoguera, gente durmiendo por el suelo… Sin duda una imagen totalmente distinta a cualquier ciudad de las que estamos acostumbrados
El camino hacia el hostal no fue menos impactante. Nos adentramos en unas calles entre viviendas destruidas, y sin apenas luz. Lo único con lo que nos íbamos cruzando fue con indios en bicicarros pidiéndonos para llevarnos, alguna que otra rata y perros callejeros tumbados medio muertos. Días después vimos que este estado de los perros es el habitual por aquí. Quizás por la ilusión del inicio del viaje ninguno de los tres expresó ningún síntoma de preocupación y eso sí, sin demasiadas muestras de alegría llegamos a nuestro objetivo. Delhi , a pesar de todo, es una ciudad segura, de no serlo, en estos callejones hubiéramos tenido problemas serios. En el hostal, el recepcionista medio dormido en su cama detrás del mostrador, nos indicó cual era nuestra habitación.
Hemos visitado los principales monumentos de la ciudad, lo que nos ha servido de hilo conductor para recorrerla de un lado a otro. Es interesante a la vez que duro. En Delhi ves pobreza, la gente de la calle, vive con lo mínimo y podrás ver niños de muy corta edad pidiendo en los semáforos, mucha gente durmiendo en la calle con la acera de cojín o gran cantidad de personas intentando venderte sus productos o servicios muy insistentemente. Es una experiencia dura, he visto y me quedará grabado para siempre, la desolación más absoluta en la cara de una persona. Un hombre sin nada sentado en el suelo en medio de una calle transitada, que había bajado los brazos para siempre, sin esperanza, un hombre al que la vida ha arroyado. La mirada de un hombre al que le era indiferente morir en ese momento.
Asombra también la cantidad de gente que hay aquí, la superpoblación. Te das cuenta de que significa estar en un país de 1.050 millones de personas! Hay mucha gente por todas partes. Ello sirve como experimento para llevar varios ejemplos de nuestra vida cotidiana al futuro. Después de ver Delhi ( y seguro que reforzaremos la idea con otras grandes ciudades ), sabemos seguro que modelo de transportes no funciona en grandes urbes.
Acerca de los indios, decir que nos tienen algo confundidos. En ningún momento nos sentimos amenazados, por el contrario varios individuos nos han ofrecido espontáneamente su ayuda, sin ningún interés especial. Les gusta entablar una conversación y preguntarte de dónde eres y si te gusta la india. Sin embargo, tenemos la sensación de que nos la están clavando suavemente...
Very Beautiful!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminar