Adentrándonos en la china tradicional: PingYao y Xi’an

En estos momentos nos encontramos tumbados en nuestras literas a bordo de un tren que nos llevará desde Xi’an a Shanghai.  Es la tercera vez esta semana que viajamos así.  Dormimos en el tren, llegamos a algún lugar, visita diaria y por la tarde noche a la estación otra vez. Es algo cansado, pero con las dimensiones de este país y la visa china de 30 días no queda otra.

                        

Salimos de Beijing con dirección a Shanghai, con paradas en PingYao y Xi’an. No están precisamente en línea recta, pero tenemos que pasar obligatoriamente por Shanghai. Resulta que para entrar en Vietnam, es necesario visado, y efectivamente, no lo tenemos.

                     

Después de 12 horas de tren, la parada en PingYao, no estuvo mal. Es una pequeña ciudad turística, con calles que mantienen el encanto de la arquitectura de la china imperial. Paseamos tranquilamente y comimos bastante bien. Unos tallarines caseros muy buenos y baratos. Hablando de comer barato, hoy hemos batido el record del viaje, hemos comido los tres por 22 Yuans!!  (2’5€ aprox.). Respecto a la comida, decir que la comida china, que está bastante buena, de momento no se parece en nada a la que nos dan en los restaurantes chinos de nuestro país. Sin rastro de los rollitos de primavera. Eso sí, en algunos casos hay que evitar hacer preguntas, como cuando en una carta aparecen fotos de platos y debajo del nombre del plato en chino, la traducción en inglés. En algunos platos se puede leer “chicken” (pollo), “pork” (cerdo), “beef” (ternera), en otros simplemente “meat” (carne), y otros vienen directamente sin traducción… De momento estamos evitando arriesgar. Eso sí, en Beijing nos habían hablado de un mercado donde se pueden ir a comer “exquisiteces”. Entramos en el callejón dispuestos a demostrar nuestra hombría, valientes y decididos. Nos plantamos en un puesto donde tenían toda una exposición de pinchos morunos, pequeños escorpiones, grandes escorpiones, gusanos gorditos, ciempiés, caballitos de mar y demás animalitos. Pedimos un pincho a compartir, con un escorpioncito por cabeza era suficiente para empezar. De repente, el tendero, para demostrar que su material era fresco, pegó un suave soplido al pincho, y los tres escorpiones ensartados empezaron a mover las patas… Hasta aquí la valentía!

                                         

Otra noche en tren y de PingYao llegamos a Xi’an. 7 de la mañana, sin pasar por el hotel, nos fuimos a visitar a los guerreros de terracota de Xi’an. Dicen que uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes del siglo. Vale mucho la pena. Un agricultor intentando abrir un pozo en medio del campo, fue a dar con las esculturas de todo un ejército de guerreros de la edad media, hechos a escala real, con todo tipo de detalle, cada soldado con un rostro diferente y  originalmente pintados cuidadosamente como hombres. El ejército está compuesto por 6.000 unidades y se sospecha que se encontrarán muchas más. Están dispuestos en tres flancos, con sus unidades de arqueros, infantería y caballería y ordenados como mandan los cánones militares. También se distinguen perfectamente los soldados de los oficiales y los altos mandos. Dicen que el emperador los mandó enterrar junto a su tumba para tener a su ejército en el otro mundo. Nosotros estamos en desacuerdo con los historiadores y  creemos que el emperador empezaba a estar cansado de su vecino, y como le sobraban artesanos y le faltaban guerreros, tramaba una gran jugada. Eso sí, un trabajo de chinos!

                                              

Por el momento, de China hay varias cosas que nos llaman la atención. No es un tópico, escupen! Escupen y de qué manera… La persona menos pensada, la ancianita que camina apoyada en un bastón, la jovencita que va bien arreglada camino al trabajo, por supuesto el hombre de cualquier edad, rascan en lo más profundo de su ser y…… ZAS! Escupitajo que te crió! Otro tópico que se cumple es el de la higiene, van un poco justos.

                               

Si has estado en Cuba, y has visto como funciona el comunismo no encontrarás ninguna semejanza en China. Este país no tiene nada que ver con los estereotipos que traíamos de casa. Está lleno de grandes y modernas ciudades. Muchas de estas, muy parecidas a cualquier otra gran ciudad de occidente. Y en ellas,  modernos y lujosos coches, calles de grandes y prestigiosas tiendas, restaurantes, todo tipo de artículos de consumo, y por otra parte gente mendigando. No entendemos muy bien cuáles son las reglas del juego aquí. Pero desde luego no se parece al comunismo de la vieja escuela. Eso sí, se nota en el ambiente la fuerte presencia del gobierno, mucho policía y militar y censura, tanto en los medios como en la red. Un dato para la reflexión, ahora que muchos pueblos árabes se levantan contra sus tiranos. En 1989, hace nada, el ejército entró con sus tanques en la plaza de Tian’anmen y reprimió una revuelta de estudiantes, intelectuales y demás personas que exigían la democracia. Resultado, 3.000 muertos.

                                         

Quizás lo más impactante es tener tan limitada la comunicación con la gente. Muy poca gente habla inglés, muy muy poca gente. Nosotros, tampoco hablamos chino, por tanto nos toca buscar cartas con fotos, utilizar bastante la mímica, dibujar con papel y bolígrafo y regatear con las calculadoras (suerte que los números si son los mismos). Del chino decir que es una lengua que tiene un símbolo para cada una de las nuevas palabras que van saliendo, aunque la mayor parte de los símbolos son sílabas con las que van formando palabras y frases. No tienen gramática ni conjugaciones verbales. La frase viene ordenada Sujeto + Acción + Objeto, y con la entonación matizan. En la actualidad manejan 65.000 símbolos aunque una persona con estudios utiliza 8.000, se necesitan 3.000 para leer un periódico y con 2.000 se puede funcionar. De locos!