martes, 18 de octubre de 2011

El día de los Pumas y las chaquetas


NOTA: Es importante leer el texto completo.

Nos levantamos el sábado por la mañana sin prisas. Hoy es el día del partido. Ayer no nos fuimos a dormir demasiado tarde, estuvimos tomando unas pintas en un bar de la calle central, hablando de rugby con Germán y Mateo, con quién compartimos habitación. Desayunamos tranquilamente, y después nos acercamos al estadio a comprar la entrada y al supermercado a comprar comida y bebida. Por la calle y en la cola del estadio se pueden ver bastantes camisetas albicelestes, también algunas caravanas con la bandera. Hace un día espectacular…
 
De regreso en el hostal, empezamos a preparar la comida. Cómo no, seguimos hablando de rugby. Más que hablando, escuchando. Estamos emocionados. Mateo va siguiendo vía facebook el debate sobre el punto de reunión de la hinchada antes del partido. Justo antes de comer, aparece en el hostal otro argentino, que se nos une, hay comida y bebida para todos. Después de comer pasta boloñesa, empezamos a charlar tranquilamente mientras calentamos motores. El rugby arrastra una afición bastante más señora que el fútbol. El rugby en argentina es amateur, y quién es capaz de seguir a la selección hasta Nueva Zelanda, suele cumplir dos características, tiene dinero y ama este deporte. Conversamos de las diferencias entre el carácter de los kiwis y el latino, de lo fácil, de lo seguro que se vive aquí, sin la pillería y la ansia del dinero fácil del latino. Nadie te intenta engañar en este país. Esto es algo que nos tiene maravillados.
 
Llega la hora y salimos hacia el estadio. En los aledaños hay una marea albiceleste, incluidos algunos kiwis disfrazados de argentinos, con sus camisetas y banderas, contratados por la organización para dar color. Se lo pasan en grande. Llegamos al pequeño estadio y mientras vamos camino de nuestra localidad, la más barata, de pie y detrás de los arcos, algunos conocidos van parando a Germán al grito de doctor. Ya lleva diez días por aquí y ha ido haciendo amigos por el camino, además animaron a los suyos en el partido contra su rival más odiado, Inglaterra, que se debió haber ganado. El estadio está prácticamente lleno y de camino a nuestra zona, nos damos cuenta de que el acceso a cualquier asiento es libre, por tanto, nos colocamos en tribuna. El partido está a punto de empezar, Germán coloca una pancarta de su club en el fondo. Empieza el partido. Charlando con la gente que tenemos al lado, nos damos cuenta de que nos hemos ido a sentar con los familiares de los jugadores. El padre del Celso, la novia del once… Rumania no ofrece mucha resistencia y Argentina va sumando “tries”, el campo es una fiesta. Germán está en su salsa, y nos va explicando muchas de las acciones que son incomprensibles para nosotros. Sale Celso, un pilar, uno de los tres de la primera línea que choca con los tres del contrario, un tipo enorme, y el padre se emociona. Argentina sigue anotando, las familias se sacuden el nerviosismo inicial y empiezan a disfrutar y el estadio sigue cantando y festejando “ Vaaaaaaamos Puuuuumas, vamoooooos, ponga huevo que ganamos!! Vaaaaamos Pumas vaaaamos!!! “Nosotros, también vestidos de azul, saltamos con la masa. Este deporte es precioso y noble, estamos disfrutando. Acaba el partido, Argentina se impone 43-8 y sigue la fiesta. Los jugadores del equipo ganador, después de abrazarse, le hacen un pasillo a los de Rumania. Estos salen del campo entre los aplausos de sus rivales. Después, los Pumas se quedan en el campo festejando con la hinchada. Se acercan a la grada y se abrazan con familiares y amigos, pone la piel de gallina ver a un padre y a su hijo, un jugador de la selección, llorar abrazados como niños. Y la hinchada sigue cantando… No tiene que ver nada con el fútbol, esta gente se deja la piel en el campo, en un deporte extremadamente duro, que es un estilo de vida. Se emocionan y lloran escuchando el himno, felicitan al rival y lo abrazan al término del partido y celebran con su gente, es deporte en estado puro.
 
Contentos, abandonamos lentamente el estadio. Salimos hacia el hostal, para cenar algo, y poder continuar. Después de cenar, salimos a la calle. El centro de la ciudad está a media horita caminando, vamos muy abrigados, pero hace frio y no estamos en condiciones de coger el coche, por lo que hacemos autostop. No tardan ni dos minutos en parar dos kiwis que nos llevan. Llegamos al bar donde estuvimos la noche anterior y es una fiesta. Está lleno, son prácticamente todos argentinos, aún con sus camisetas, algún kiwi, tres o cuatro rumanos… Dejamos chaquetas, gorritos, sudaderas en una mesa y vamos de un lado a otro con la gente. Con algunos hemos coincidido en el estadio y nos reconocen,  no queda más remedio que brindar y celebrar. Pasan las horas y cada uno anda por un sitio. Iñaki, cansado de todo el día se va a dormir con Germán. Jaume sigue dando guerra en la pista de baile. Mientras voy caminando hacia allá, un empujón fuerte por la espalda me hace volar varios metros. Indignado, me levanto rápidamente buscando al responsable. No hay nadie, esperando mi reacción y la gente de alrededor no sabe nada. Estoy encendido, y me voy a buscar a Jaume. Al verme tan caliente, decide que es mejor irnos a dormir. Siguen saliendo improperios de mi boca. Vamos a buscar la ropa y… No está! “Nos han robado!!!, me cag* en …!!! “ Estoy fuera de mis casillas. Salimos del bar en manga corta, hace aguanieve y un frio que pela. El hostal está a media hora caminando, así que decidimos correr. No estamos tan mal. Entre respiración y respiración sigo maldiciendo. Al llegar al hostal, entramos en la habitación donde están todos durmiendo. Ya en la cama exploto. 
 
Albert: P*tos Argentinos!!!!! P*tos Argentinos!!!!!! Hijos de p*ta!!! La chaqueta, la sudadera nueva y el gorrito que tenía dos días!!! Se lo han llevado todo, c*ño!!! La madre que los parió…
Jaume: Tranquilo, Albert. No pasa nada…
A: Que no pasa nada??? Todo el día animando a Argentina, y así nos lo pagan!!! Hijos de p*ta!! Trogloditas!!! La p*ta pillería….
J: Pero bueno, tranquilo… Además, no sabes si ha sido un argentino…
A: Ha sido un p*to Argentino!! Claro que lo ha sido… Llevamos casi dos meses en Australia y Nueva Zelanda, y esta gente es incapaz de robar nada! A la primera que nos cruzamos con latinos… Hijos de p*ta!!!

Los gritos, hacen que se despierten Iñaki , Germán y todos los que estaban en la habitación. Éramos nosotros tres y tres Argentinos….

Germán: Que ha pasado??
A: Primero me han pegado un empujón por la espalda, por la espalda!!!! Y luego nos han robado toda la ropa! P*tos argentinos!!!
 
Iñaki se da cuenta de la situación e intenta echarme un capote, estoy fuera de mis casillas y se teme que la cosa pueda acabar mal.
 
Iñaki: A lo mejor ha sido un kiwi, o un rumano…
A: Un Kiwi?????? Pero que dices, Iñaki!!! Si esta gente no sabe lo que es robar!!!! Ha sido un p*to argentino!!!!
I: O un rumano! No? Ha podido ser un rumano!
A: Que c*ño!! Un rumano… Había dos de rumanos!! Había dos y se donde estaban!!! Ha sido un argentino. Hijos de…

De repente, Germán dice algo, y me doy cuenta de la situación. Él es un gran tipo, y Mateo también, y me sabe mal ofenderlos.

A: Perdona, Germán y tú también… ( no me acuerdo en el momento del nombre ) Pequeño!!

Las quejas duran y duran. Al final les pido perdón a ellos si se han podido sentir ofendidos. En este momento, al decir “Argentino” quiero decir latino. Si hubiéramos estado en España, la palabra habría sido “Español”, en chile “Chileno” y en Portugal “Portugués”. No tenía ninguna duda de que había sido un argentino, y es lo que justo habíamos hablado durante la comida que me tenía tan caliente, pocas veces algo me ha molestado tanto. Creemos, que somos los más listos, porque somos capaces de engañar al otro, de robarle, de entrar sin pagar, de no pagar impuestos… Al final, lo que se consigue con eso, es que tengamos que vivir en permanente alerta, que tengamos peores infraestructuras y más caras porque solo las pagamos unos cuantos, de poder dejar de hacer cosas por sentir que son peligrosas.. Un día la harás tú y otro día te la harán, ¿Qué sentido tiene? Por el contrario, hay sociedades, que pueden parecer más “ingenuas” en las que todo el mundo cumple con sus obligaciones, donde la gente no se “cuela”, donde la gente se ayuda, donde la gente vive tranquila porque confía en el otro, donde se respeta la propiedad ajena y nadie intenta hacérsela suya. Sufrir esto, en un día que había sido perfecto, en un gran ambiente, es lo que me hizo explotar. Darme cuenta de que estamos tan equivocados… de que pensamos que somos los listos, y de que nos queda tanto… El contraste ente las dos actitudes hace sentir vergüenza.
 
Al día siguiente, Germán nos prestó dos chaquetas que tenía y siguió viajando con nosotros. Esperamos verlo en Argentina. Yo, pensando en frio, doy gracias por no haber encontrado a nadie después de ser empujado. Estaba solo y en el bar, todos eran jugadores o exjugadores de rugby, y en grupo… De todo se aprende!

P.D: Si alguien se ha podido sentir ofendido, una disculpa. Es un episodio que pasó y queríamos compartir. Tengo y tenemos muchos y muy buenos amigos argentinos. Es una situación excepcional que se debe entender en su contexto.


























4 comentarios:

  1. Aquí va la última entrada desde nuestras Antípodas. A partir de ahora empezamos a volver ! Pero bueno, Sudamérica promete emociones fuertes! Y por fin tendremos la llegada de la nueva incorporación. Seguro que dará MUCHO que HABLAR.
    Besos y abrazos a todos y mil gracias por los comentarios.

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  2. jajajaja, nos reimos al leerlo pero, nos reimos más cuando lo escuchamos en vivo de boca del borracho protagonista.Latinos;eso les pasó por empezar el día aprovechando la ocasión y sentarse en asiento que no correspondía, jajajaja....de listo a listo y medio. Muy buen relato, un abrazo cariñoso para todos los huevones po.

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  3. jajja muy buen relato chicos! mas exacto imposible. Lo q me sorprende es como con semejante graduacion etilica no se haya olvidado nada al momento de la reconstruccion jaj, Abrazos . Nos vemos pronto. German

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  4. Jaume y Albert, no sabia que vendían bebidas psicotropicas en argentina, por favor en lugar de enviarme una postal llena de chinos por todas las partes, enviarme o bien los spaguettis que os hicieron ir a ver el partido de rugby como diria buenafuente "pocafeina", cuando volvais por aqui os tengo reservado una entradita para " trote " hipodromo de son pardo y para si quereis criquet !!!! o bien que lo mas seguro haya sido eso pero no estoy seguro,una botellita de alcohol de las que se bebio tu hermano!!!!! un abrazo figuras!!!

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